Hace algunos meses en redes hacia la siguiente pregunta: ¿Visitas a pacientes (personas) que no se “parecen” a sus pruebas complementarias?, era una manera de hacer visible, de forma un poco cómica algo que es extremadamente habitual cuando vemos especialmente analíticas sanguíneas.
Es cierto que se puede minimizar mucho la distancia entre la clínica y los valores de laboratorio si aplicamos la máxima de guiarnos por los rangos funcionales y no por los convencionales DESCARGATE LA GUÍA “RANGOS FUNCIONALES VS CONVENCIONALES.
Aún así es relativamente sencillo que no cuadren ambos “mundos”: clínico y métricas de laboratorio, en muchas ocasiones por falta de parámetros que complementen la foto.
No olvidemos que el/la paciente debe “parecerse” a lo que dice que le pasa y no a lo que dicen “los papeles que le acompañan” (y lo dice alguien que imparte formación sobre pruebas complementarias). Por este motivo intento dotar a dichas formaciones de conocimiento clínico antes de analizar las métricas de laboratorio, como dirían Néstor y Bernardo: “Dotar el texto de un contexto”.
Pero hoy no vengo a hablar de analíticas sanguíneas sino de en lo que para mi se resume en la frase: “Hemos “alopatizado” el abordaje del SIBO” y de como ello, en parte y solo en parte, viene de la aparición del Test de Lactulosa gracias al cual se pone en el centro de la consulta el tipo de fermentación que presenta el/la paciente más allá de los mecanismos de acción que la han ocasionado. Y no estoy diciendo que no sea una prueba útil, que lo es, pero como toda prueba complementaria precisa de un contexto que la sostenga y le de sentido (el próximo post hablaremos sobre ello).
Pero empecemos por el principio, en palabras de Néstor Sánchez en la ponencia inaugural del SIBO Summit de Regenera 2020 afirmaba: “El SIBO es un Epifenómeno”, he de decir que la primera vez que me comento esta idea (antes del propio Summit) me alegré enormemente porque, en otras palabras, menos sofisticadas era algo que ya llevaba pensando hacia tiempo. Cuando me refería al SIBO me refería a uno de los tipos de Disbiosis Intestinal, esto se ha ampliado enormemente con la reciente publicación de Mark Pimentel, donde se evidencia que presencia de síntomas compatibles con SIBO sin sobrecrecimiento (Test Lactulosa negativo) pero si con mayor presencia de bacterias gram-negativas (Disbiosis)ARTICULO
Por Epifenómeno en Medicina se entiende: “En su sentido más amplio, implica una relación causal entre los fenómenos; el epifenómeno es una consecuencia del fenómeno primario”.
¿Cómo aplicamos esto al SIBO?, básicamente porque en los últimos años hemos considerado el SIBO como principio y fin del problema, de la atención al/la paciente. Incluso hemos llamado, durante un tiempo, al Sobrecrecimiento de Arqueas SIBO en lugar de IMO (Intestinal Metanogenic Overgrowth).
Hemos perdido de vista que el SIBO es el “síntoma” último relacionado con diversos mecanismos de acción:
Falta de ácido clorhídrico (HCL)
Insuficiencia biliar (Mayor predisposición para sobrecrecimiento de Arqueas)
Insuficiencia pancreática exocrina (EPI)
Afección de la mucosa intestinal y/o el epitelio con la consecuente perdida de enzimas de borde de cepillo (…)
Hemos puesto el foco, a partir de la famosa publicación ARTICULO donde se equiparaba el tratamiento herbal al antibiótico convencional, en ver que combinación de herbales dábamos al/la paciente más que en determinar porque mecanismo de acción se ha llegado a la sintomatología. En otras palabras: HEMOS ALOPATIZADO EL TRATAMIENTO DEL SIBO. Sin menospreciar dicho artículo, es clave saber que alternativas tenemos más allá de la Rifaximina y la Nemocina, pero “matar” bacterias no es la única solución ni seguramente la mejor, sobretodo cuando la clínica está más relacionada con una perdida global de diversidad SIN SOBRECRECIMIENTO.
En próximo te hablaré de la evidencia actual sobre los Test de Lactulosa y de si son imprescindibles a la hora de plantear un abordaje terapéutico.
Cómo ideas clave:
El epifenómeno (SIBO) ha adquirido la importancia sobre el ente mayor (DISBIOSIS).
Los avances en los “Micro” nos han hecho perder de vista los mecanismos de acción locales (HCL, Bilis, Enzimas, Mucosa…) y globales (Estrés, Descanso, Ejercicio, Desarrollo personal, …)
Es importante saber que herbal es el más adecuado en función de la clínica o incluso de los test (lo veremos en próximo post), pero es igual de importante acompañar al antimicrobiano con un abordaje del contexto (local y global).
A la luz de las últimas publicacionesARTICULO, ARTICULO no todo son sobrecrecimientos, ¿quizás hemos de incluir algún probiótico en fases tempranas? o ¿no alargar las prescripciones de herbales como se había planteado en los últimos años? o ¿tener siempre en cuenta el contexto que acompaña al proceso digestivo?
Para finalizar quiero dejar claro que no estoy en contra de los tratamientos herbales, ni de los test de lactulosa ni estoy diciendo que todos/as los/as terapeutas y profesionales de la salud no tenga ya en cuenta todas estas ideas.
Solo quiero decir que YO en algún momento SI HE PERDIDO de vista el CONTEXTO y creo que es un error terapéutico, no solo en lo que reguarda a los procesos digestivos sino para cualquier proceso de salud.
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Carlos Gonzalez Alvarez
Diplomado en Enfermería y Fisioterapia Experto en Psiconeuroinmunología Clínica Director Postgrado Patología Digestiva y EII de Regenera Docente del Máster en PNIc de Regenera Docente del Máster de Fertilidad Funcional de Regenera Co-director de Osana Salud Academy y Osana Centro