La prolactina es una hormona polipeptídica que se sintetiza y secreta en células especializadas de la glándula pituitaria anterior, concretamente en las células lactotropas o lactrotrofos. Su producción está modulada por la Dopamina producida en los núcleo infundibular del hipotálamo, conocido también como núcleo Arcuato.
Su funciones (más conocidas) son:
Producción de leche en glándula mamaria.
Síntesis de progesterona en cuerpo lúteo.
Participa en formación del cuerpo lúteo.
Neuroprotección en situaciones de estrés (de cualquier tipo).
Sin embargo hoy conocemos que es responsable de más de 300 funciones biológicas no respresentadas por su nombre. De hecho, la prolactina no solo cumple múltiples funciones en la reproducción y de lactancia, sino que también desempeña múltiples funciones homeostáticas en el organismo. Ahora sabemos que la síntesis y secreción de prolactina no está restringida a la glándula pituitaria anterior, sino que otros órganos y tejidos del cuerpo tienen esta capacidad, como por ejemplo las células inmunitarias, la placenta, la decidua o el útero. De hecho, las múltiples funciones y fuentes de prolactina habían llevado a Bern y Nicoll 1968, a sugerir que se le cambiara el nombre por “omnipotina” o “versatilina”.
Neuroprotección y Prolactina
Una de las sus funciones más conocidas es la de proteger al cerebro en situaciones de estrés (debemos tener en cuenta cualquier causa de estrés: emocional, inmune, tóxico, deprivación de sueño, carencia energética,) Imagen 1, si bien es cierto que sobretodo haremos referencia en este punto al estrés emocional.
Fisiológicamente tiene un sentido aplastante ya que es durante el postparto y primeros meses de vida del/la bebé cuando la mujer estará sometida a un estrés físico y psicológico más elevado (quizás comparativamente mayor a cualquier otra situación de su vida).
No dormir de forma continua.
Dedicar el 100% del tiempo a las necesidades del/la bebé.
En muchos casos síntomas relacionados con partos instrumentados.
….
Imagen 1. Estrés, ejes neuroendocrinos y prolactina.
En estás circunstancias el cerebro precisa de una protección extra para no caer literalmente en un burnout ocasionado por la maternidad. Sus funciones incluyen tanto la neurogénesis como la neuroplasticidad, podemos afirmar que tiene capacidades pleiotrópicas especialmente a nivel central. Actualmente se están investigando en mayor profundidad los mecanismos de acción protectivos frente a la excitotoxicidad del glutamato y su relación con las enfermedades neurodegenerativas. ARTICULO
Una de las funciones más interesantes es el papel antioxidante en varias áreas del cerebro mediado por el aumento de la disponibilidad del glutatión reducido. ARTICULO
Una de las áreas más estudiadas con relación a este efecto neuroprotector es el hipocampo, se le atribuye capacidad de aumentar la sinaptogénesis y la plasticidad neuronal, además ayuda a consolidar la memoria y actúa como protector neuronal contra la excitotoxicidad. ARTICULO
Pero no todo podía ser perfecto
Este papel neuroprotector viene acompañado de una inhibición/modulación del eje Hipotálamo-Pituitaria-Gónadas (HPG) y de nuevo tiene un sentido fisiológico extremo ya que en situaciones de estrés y/o sospecha de falta de energía la reproducción pasa a ser una función secundaria.
Recuerda que el cuerpo ante la duda priorizará “La supervivencia individual por encima de función reproductiva”.
En concreto la Prolactina inhibe la producción de Kisspeptina (en las Kisspeptin Neurons), como sabes son un conjunto de péptidos neuroactivos responsables de la producción de Hormona Liberadora de Gonadotropinas (GnRH) y por tanto de la activación del eje HPG. En el Post sobre Amenorrea Hipotalámica te hablé más ampliamente sobre este mecanismo de acción.
Oras causas de elevación
Además de las más conocidas, (lactancia, embarazo, estrés). Imagen 2
Toma de Anticonceptivos orales (ACOs).
Determinados fármacos: antidepresivos tricíclicos, inhibidores receptación de la serotonina).
Mala gestión estrogénica (los catecolestrógenos inhiben la producción de dopamina a nivel central).
Procesos inmunitarios, inflamación (el papel de la PRL a nivel inmune merece un artículo especifico ya que existen múltiples relaciones tanto inflamatorias como antiinflamatorias).
El pool de prolactina es más fiable que una única extracción que puede resultar más elevada.
Valorar:
Fuentes de estrés (de cualquier tipo)
Eje tiroideo
Procesos inmunitarios.
Prolactina y Tiroides. Algunas consideraciones
La producción de Prolactina y TSH en la hipófisis se da por la misma hormona, la TRH.
Ante la necesidad de aumentar los niveles de TSH de puede generar (no siempre) un aumento de la PRL por estimulación de la misma hormona (TRH) en la misma área (hipófisis).
Ante un nivel elevado de Prolactina y TSH > debemos valorar síntomas de hipotiroidismo y niveles de hormonas tiroideas (T4T, T4L, T3T, T3L, T3R).
Pueden darse ambas condiciones clínicas a la vez (debemos diferenciar el peso de cada una de ellas, aunque abordar el hipotiroidismo es prioritario).
Hemograma a la baja y perfil lipídico alterado es más predominante en hipotiroidismo.
Abordaje: algunas claves prácticas
Especialmente en situaciones de estrés el abordaje de la hiperprolactinemia no debería (en la mayoría de casos) centrarse en dar suplementos para disminuirla de forma directa (Vitex Agnus Castus), dado que la hormona estará ayudando a transitar la situación estresora protegiendo al cerebro.
En estos casos debemos centrar nuestras intervenciones en identificar e intentar modular todas las causas de estrés (recuerda que una inflamación mantenida o una falta de micronutrientes o una alteración del sueño o la mala gestión estrógenica … también son procesos estresores). En la mayoría de casos la persona presentará más de uno.
Nuestra intervención (como profesionales) deberá ser diferente cuanto la causa estresora esté en parte o totalmente relacionada con la dificultad para conseguir un embarazo. En estos casos no podemos esperar a mejorar la gestión de la situación y que ello disminuya los niveles de prolactina. Es de los pocos casos donde uso (personalmente) la suplementación desde las primeras visitas.
Por último, más allá de las causas ya conocidas deberemos tener en cuenta el aporte de cofactores para la producción de dopamina (hierro, metilfolato, vitamina B6, B12, colina, zinc). Imagen 3
Imagen 3. Dopamina y cofactores básicos.
En próximo post desarrollaremos los conceptos clínicos más relevantes de las Oligo-amenorreas relacionadas con el Síndrome de Ovario Poliquístico.
Gracias por compartir, comentar y sobretodo gracias por tus ganas de aprender.
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Carlos Gonzalez Alvarez
Diplomado en Enfermería y Fisioterapia Experto en Psiconeuroinmunología Clínica Director Postgrado Patología Digestiva y EII de Regenera Docente del Máster en PNIc de Regenera Docente del Máster de Fertilidad Funcional de Regenera Co-director de Osana Salud Academy y Osana Centro